El tiempo pasó en la tierra anacrónica
Y la cosecha se volvió una idea utópica.
Yo los ignoré en el inicio
Pero mis hermanos cayeron en su vicio.
Sus plantas con temor se volvieron una misma
Todas iguales, nada de carisma. 

Cuando llegamos, prometimos no tomar la totalidad
Ellos lo olvidaron, conquistaron la infinidad. 
Yo permanecí dentro de mi propio suelo
Hasta que los vi a ellos tomar el cielo.

Mis plantas sufrían por desolación
Escapar a los cultivos era su mejor opción.
Mi casa se volvió solitaria, abandonada
Nada de vida, completamente cerrada. 

Sin obligaciones que atender, me volví una turista
Quise visitar a mi hermano de espíritu altruista. 
Subí a su imperio botánico en las nubes 
Llena de hortalizas y otras costumbres.
Nada de alma, nada de raro
Solo miradas para seguir avaro.

Llegué a su trono de silicio
Su ausencia me trajo un indicio
Aquel en el poder ya no era él
Solo un gobernador más cumpliendo un papel.